Se suele decir que el amor no se puede calcular ni tiene alguna fórmula científica. Si bien metafóricamente esto podría ser cierto, por un lado más científico, el amor sí podría tener su «fórmula científica». Gracias a un reciente estudio, se pudo demostrar que el amor entre dos pretendientes si se puede calcular.
John Gottman, psicólogo y experto en relaciones de pareja, junto a su equipo de científicos ha trabajado durante años a la investigación sobre los diferentes patrones que distinguen las etapas de los matrimonios (los más felices, las estables y los infelices). Aunque la mayor parte de la investigación se ha basado en encuestas, también se han utilizado otros medios más elaborados para distinguir estos patrones.
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Los resultados de varios años de investigación, Gottman detalló que hay una efectividad del 94% para saber si las relaciones de parejas podrían ser duraderas o temporales gracias a su método.
El método de Gottman
Gracias a las encuestas, Gottman pudo saber gracias a su método que, «los pequeños detalles» son la principal causa para determinar qué tanto amor hay entre dos personas. Por ejemplo, cuando una persona pedía un consejo u opinión de su pareja, o un pequeño momento de atención. Estos detalles pero constantes, podrían ser la clave para que una relación sea duradera.
- Parejas felices: 9 de cada 10 parejas que respondieron a las encuestas, demostraron que los más felices y estables, eran aquellas parejas que se intercambiaban pequeños detalles. Como por ejemplo hacer preguntas simples, pedir opiniones u obsequiar muestras de afecto simples.
- Parejas infelices: Por otro lado, 3 de cada 10 parejas que respondieron a las encuestas, demostraron que las parejas más infelices, eran aquellas que no demostraban algún tipo de afecto o pequeño detalle. Por ejemplo, no respondían cuando pedían su opinión o escasez de información dentro de la relación.
Esto demostró qué, se puede saber cuando una relación de pareja podría tener un futuro y cuando no. Tan solo hay que preguntarse si en la relación, hay los suficientes pequeños detalles, si los hay, la relación podría tener más probabilidades de ser duradera. Cuando estos pequeños detalles escasean, hay que dar por hecho de que, la relación podría ser temporal.