Cuando alguien es infiel, lo que más repite —además de sus errores— son las excusas. Y lo curioso es que, aunque cada historia tenga sus matices, las justificaciones suelen ser las mismas. Hay frases que se repiten como si las sacaran de un manual de “cómo no hacerme responsable de mis actos”. Y claro, si no las ves venir, puedes caer en el autoengaño. Aquí te dejo las cinco excusas que más se usan cuando alguien mete la pata… y pretende limpiarla con palabras vacías.
Todos conocemos a alguien que ha pasado por una traición amorosa… o quizá tú lo estás viviendo ahora mismo. Lo curioso es que los infieles suelen usar siempre las mismas excusas para cubrir sus pasos, como si se pasaran el mismo guion entre ellos. En este artículo te cuento cuáles son esas frases que sueltan cuando intentan tapar la infidelidad. Ojo, porque si alguna te suena familiar, puede que ya tengas las respuestas que estabas evitando ver.
1. “Solo somos amigos”
Esta es la reina de las excusas, el comodín de siempre. Da igual si tienen conversaciones a las 3 de la mañana, si se envían memes con doble sentido o si esa «amiga» o «amigo» aparece más en su vida que tú. Cuando les pillas en alguna actitud rara, lo primero que dicen es: “Solo somos amigos, estás exagerando.”
El problema es que la línea entre una amistad sana y algo que se está saliendo del carril es muy delgada. Según estudios de la Universidad de Denver, más del 40% de las infidelidades comienzan con una amistad cercana que va escalando. Así que si esa amistad empieza a tener secretos, conversaciones eliminadas o excusas para no contarte cosas… cuidado.
2. “Estás loca/o, todo te lo inventas”
Esta excusa va directa a tu cabeza. Te quieren hacer dudar de ti mismo/a. Te dicen que exageras, que te inventas películas, que todo está en tu mente. Y al final, puede que hasta te lo creas. Esta táctica se llama “gaslighting” y es muy común en relaciones donde hay engaño.
Lo que hacen es manipularte para que creas que el problema eres tú, cuando en realidad lo que está pasando es que ellos tienen algo que esconder. Si sientes que algo no cuadra, si tu intuición está encendida y todo apunta a que hay algo raro… no estás loco/a. Lo más probable es que tengas razón.
3. “No tengo tiempo”
Otra excusa típica es que de repente están demasiado ocupados con el trabajo, el gimnasio, los amigos, los “compromisos” o lo que sea, y por eso ya no pasan tanto tiempo contigo. Es curioso cómo antes sí lo tenían y ahora de la nada todo son horarios apretados.
Según una encuesta de la revista Psychology Today, las personas infieles suelen reducir el tiempo de calidad con sus parejas hasta en un 60% cuando están involucradas en una relación paralela. Así que si te dicen que no tienen tiempo, lo más probable es que ese tiempo lo estén dedicando a alguien más.
4. “Estás viendo cosas donde no las hay”
Otra forma de evitar dar explicaciones es minimizar la situación. Por ejemplo, ves mensajes sospechosos, pero te sueltan un “No es nada, estás viendo cosas donde no las hay.” Aquí lo que intentan es quitarle importancia a algo que sí la tiene, haciéndote sentir exagerado/a.
El truco está en que te distraen con la idea de que eres tú quien está haciendo una tormenta en un vaso de agua, cuando en realidad ya estás viendo el océano entero delante. Si tienes pruebas o señales claras, no te dejes engañar por este tipo de frasecitas vacías.
5. “Tú también has cambiado”
Cuando ya no saben qué más decir, te echan la culpa a ti. Empiezan con frases como “Tú también estás distante”, “Ya no eres como antes” o “Esto no solo es culpa mía.” Con eso intentan justificar su traición poniéndote en el mismo saco.
Pero una cosa es tener altibajos en una relación y otra muy distinta es traicionar la confianza. Que algo no vaya bien no da permiso a nadie para engañar. De hecho, las personas que realmente quieren arreglar las cosas hablan, no engañan.
Entonces… ¿qué hago si escucho alguna de estas excusas?
Lo primero: escucha tu intuición. Si algo no cuadra, probablemente es porque no cuadra. Segundo: observa los patrones, no las palabras. Las excusas se repiten, pero los hechos hablan más. Y tercero: si ya no te sientes en paz, tienes todo el derecho a irte sin esperar más mentiras.
Porque el amor sano no necesita excusas. Solo necesita verdad.