A veces, cuando estamos en una relación, nos hacemos la pregunta del millón: ¿esto es amor de verdad o me quedo porque ya me acostumbré? Es una pregunta clave para saber a dónde va tu relación. Vamos a decirte algunas señales que podrían decirte si estás más por la comodidad que por el amor.
Según LifeAdvancer, es fácil sentirse cómodo en una relación, especialmente una con rutinas familiares. Sin embargo, es importante ser consciente de no caer en la complacencia. La diferencia entre la comodidad y la felicidad es sutil pero real. Un indicador clave es si te sientes verdaderamente feliz y contento en la relación, en lugar de simplemente cómodo y conforme
Señales de que tienes una relación más por comodidad que por un amor verdadero
¿Estoy aquí por amor verdadero o por comodidad? Esta pregunta es crucial para entender la naturaleza y el futuro de una relación. En este artículo, te diremos las señales que indican que podrías estar en una relación más por comodidad que por amor.
1. Ya no hay pasión
Si te das cuenta de que en tu relación ya no hay esa chispa de antes, es momento de poner atención. Es supernormal que con el tiempo, la relación se vaya asentando y no todo sea tan intenso como al principio. Al principio todo es novedad, emociones a flor de piel, pero después, la cosa se calma y entra en un ambiente más tranquilo.
Pero aquí está el detalle: si sientes que se ha perdido totalmente esa pasión, esa chisquita que te hacía sentir especial con tu pareja, entonces sí, hay que prestar atención. No es solo que ya no sientan mariposas todo el tiempo, es más como si ya no hubiera interés, ni ese algo especial que los unía.
2. Falta de esfuerzo
Cuando en una relación hay amor de verdad, es como si los dos se interesasen para mantener todo más interesante. No es que tengan que estar inventando cosas nuevas cada día, pero sí hay un esfuerzo por parte de ambos para que la relación no caiga en la monotonía. Es como darle un toquecito especial a lo cotidiano, ya sabes, esas pequeñas cosas que hacen la diferencia.
Pero, si te das cuenta de que ya ni tú ni tu pareja están poniendo de su parte, que ya no hay ese empeño por sorprenderse o por compartir momentos especiales, ahí hay algo que rascar. No es normal que todo se vuelva una rutina aburrida, donde ya ni se molestan en intentar algo nuevo o diferente.
3. No hay prioridades entre sí
Si tú y tu pareja llevan vidas que son prácticamente paralelas, donde cada uno hace lo suyo sin que haya puntos de encuentro, es algo para reflexionar. Piénsalo: cuando las parejas se aman, suelen compartir un montón de cosas, ¿no? No digo que tengan que hacer todo juntos, pero sí que es importante tener algunos intereses comunes o planes que les emocionen a ambos. Si ya ni eso tienen, si cada quien va por su lado y los momentos juntos son más por rutina que por ganas de estar juntos, pues ahí hay algo que no está funcionando.
Esto no quiere decir que estén mal como personas, ni mucho menos. Solo que a veces las relaciones evolucionan, y lo que antes era amor y pasión, se puede convertir en algo más parecido a una amistad o a un simple acomodo. Es como cuando te quedas en un trabajo que ya no te gusta, pero te da seguridad. Es cómodo, sí, pero ¿te hace feliz?
«El amor verdadero y la comodidad pueden coexistir en una relación, pero es el esfuerzo consciente y la conexión continua lo que mantiene viva la chispa.»
4. Miedo al cambio
Si lo que te está manteniendo en tu relación es el miedo a sentirte solo o a enfrentarte a lo desconocido, hay que pensar un poco en eso. Es como cuando te quedas en un lugar no porque te haga feliz o te llene, sino porque te da miedo salir y probar algo nuevo. A veces, nos aferramos a lo que ya conocemos, incluso si ya no nos satisface, solo porque nos da seguridad y nos mantiene en nuestra zona de confort.
Estar en una relación solo por estar cómodo y no por amor, no es lo ideal. Claro, la comodidad es importante, pero el amor se trata de algo más. Se trata de pasión, de conexión, de querer estar con esa persona por lo que te aporta, no solo porque te salva de estar solo.
5. Comunicación superficial
Cuando te encuentras en una relación que se basa más en la comodidad que en una conexión en sí, es común que las conversaciones sean bastante superficiales. En lugar de entrar en temas profundos, importantes o que realmente muevan algo dentro de ti, se quedan en lo básico, lo cotidiano, sin ir más allá.
Es como si solo hablaran de cosas del día a día, como qué van a comer o cómo les fue en el trabajo, pero nunca tocan esos temas que realmente importan, que revelan lo que sienten, piensan o sueñan. No hay esas pláticas que te dejan pensando, que te hacen sentir más cerca de tu pareja.
6. No hay proyectos a futuro juntos
Si te das cuenta de que en tu relación no hay planes ni sueños compartidos para el futuro, esto puede ser una señal bastante clara de que le falta profundidad emocional. Cuando dos personas están realmente conectadas y comprometidas en una relación, suelen tener visiones compartidas de lo que quieren para su futuro juntos. Puede ser cualquier cosa, desde viajes que quieren hacer, metas profesionales que apoyarse mutuamente para alcanzar, o incluso ideas sobre dónde vivir o cómo sería su vida ideal.
Pero si nunca hablan de estas cosas, si cada uno tiene sus planes y sueños, pero no se entrelazan, puede que estén juntos más por conveniencia o comodidad que por un amor profundo y una conexión emocional fuerte. Esto no quiere decir que deban tener absolutamente todo en común, pero sí es importante que haya algún tipo de visión compartida, algo que los una y les dé una dirección común.
Un artículo de YourTango sugiere que la comodidad en una relación no necesariamente significa el fin del romance. Es común llegar a un punto donde ya no sientes la necesidad de impresionar a tu pareja, pero esto no implica que la relación ha llegado a un callejón sin salida. En cambio, se puede rediseñar el romance y seguir haciendo tiempo el uno para el otro para mantener la chispa.