El anhelo, esa dulce nostalgia que sentimos cuando alguien importante no está con nosotros. Es un sentimiento que puede doler, pero que también tiene su lado positivo: ayuda a revitalizar cualquier relación. Como dice el dicho: «En la ausencia nace el amor». Cuando alguien no está cerca, tendemos a idealizarlo, echando de menos desde sus pequeños gestos hasta su sonrisa o su personalidad. La distancia nos ayuda a valorar lo que tenemos y a encender de nuevo la llama de la pasión, el afecto o la amistad.
Un estudio en «Psychology Today» reveló que el 65% de las personas siente un mayor deseo por su pareja después de estar un tiempo separados. La ausencia nos hace darnos cuenta de lo que realmente valoramos del otro y nos motiva a buscar su compañía una vez más.
¿Por qué extrañamos a alguien?
Bueno, ¡hay una razón científica detrás de todo ese drama emocional! Resulta que nuestro cerebro puede ser bastante sentimental y tiene sus propios trucos para hacernos sentir nostalgia por alguien.
Cuando compartimos momentos especiales con alguien, nuestro cerebro libera hormonas como la dopamina y la oxitocina. Estas hormonas nos hacen sentir bien, felices y conectados con esa persona. Ahora, cuando esa persona no está cerca, el «suministro» de estas hormonas disminuye y empezamos a sentirnos un poco como un adicto en abstinencia. Sí, así de dramático.
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Incluso, nuestros cerebros están cableados para buscar conexiones y significado. Pensamos en los buenos momentos, idealizamos esos recuerdos y es lo que nos hace extrañar a alguien.
Si te estás sintiendo un poco loco por extrañar a alguien, no te preocupes. Es solo tu cerebro haciendo lo que mejor sabe hacer: ¡hacerte sentir! Ahora, vamos a ver cómo puedes poner esta información en práctica y tal vez, solo tal vez, hacer que alguien también te eche de menos a ti.
¿Es bueno crear una distancia emocional?
¿Te has dado cuenta de que a veces, cuanto menos disponible estás, más te buscan? Hay algo interesante en esto de «dar espacio». No se trata de jugar juegos mentales, sino más bien de darle a esa persona el espacio para que te eche de menos.
Pongámoslo así: cuando estás siempre disponible, es fácil que te den por hecho. Pero cuando te haces un poco el difícil, empiezan a preguntarse qué estás haciendo, con quién estás o por qué no has respondido sus mensajes tan rápido como antes.
Crear una distancia emocional no significa que te vuelvas frío o distante de manera abrupta. Más bien, se trata de tener tus propios intereses, pasatiempos y tiempo para ti. Esto no solo es genial porque te hace una persona más interesante y completa, sino que también le da a la otra persona un poquito de ese sabor a «lo prohibido» o «lo inalcanzable» que tanto intriga y atrae.
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Piénsalo: si siempre estás ahí, no hay nada que extrañar. Pero si de repente tienes tu propia vida, tus propias cosas, ¡ahí es cuando comienzan a preguntarse sobre ti y a desearte más! Así que, sí, un poco de distancia emocional no solo es bueno para tu independencia y autoestima, sino que también puede hacer que alguien realmente sienta tu falta.
Estrategias para hacer que te extrañen
No es que quieras jugar con los sentimientos de nadie, pero un poquito de estrategia nunca está de más, ¿verdad?
- Hazte un poco de rogar: No respondas los mensajes al segundo. Dale tiempo al tiempo. Si tardas un poco más en responder, dejarás a la otra persona con la duda de qué estarás haciendo.
- Sé la estrella de tus propias historias: Cuando estés con esa persona, asegúrate de pasar buenos momentos juntos. Haz actividades divertidas y diferentes. Si dejas buenos recuerdos, ¡te aseguro que te van a extrañar!
- Comparte fotos de tus aventuras: Cuando no estén juntos, comparte fotos de lo que estás haciendo. Que vean que te diviertes, que tienes una vida interesante. Esto puede hacer que despiertes un poco de esa sana envidia de «¡Uy, cómo me gustaría estar ahí!».
- Menciona lo bien que lo pasas juntos: De vez en cuando, recuérdale esos buenos momentos que han pasado juntos. Un «¡Eso fue tan divertido!», puede desatar una ola de nostalgia y ganas de repetir esos momentos.
- Deja algo tuyo con ellos: Puede ser algo pequeño, como un libro, o algo que te caracterice, como tu perfume favorito. Cada vez que lo vean o lo huelan, estará en tus pensamientos.
- Haz una retirada estratégica: Después de pasar un buen rato juntos, no está de más dar un paso atrás y dejar que el otro te busque. Si siempre eres tú quien inicia el contacto, prueba a esperar a que ellos den el primer paso.
- Sé impredecible: De vez en cuando, sorpréndelos con algo nuevo o diferente. Cambia tus patrones habituales. La previsibilidad puede llevar al aburrimiento, pero una pequeña dosis de misterio puede hacer maravillas.
Todo esto se trata de encontrar un balance. No quieres manipular, sino simplemente dar espacio para que la gente se dé cuenta de lo mucho que disfrutan estando contigo. ¡Haz que tus momentos juntos cuenten y verás cómo te empezarán a extrañar enseguida!