Son las 3 de la mañana, estás dando vueltas en la cama con el móvil en mano, desplazándote infinitamente por las redes sociales mientras piensas en todo lo que tienes que hacer mañana. O mejor dicho, hoy. Te ha pasado, ¿verdad? Resulta que estos gestos, que cada vez son más cotidianos, afectan a tu cuidado personal. Así lo demuestran varios estudios. Por ejemplo, resulta que entre el 50 y 70 por ciento de la población luchan contra trastornos del sueño y aproximadamente 1 de cada 3 adultos no logra alcanzar la cantidad recomendada de sueño ininterrumpido necesario para una salud óptima.
¿Qué podría estar causando que no te estés cuidando correctamente? En principio, son tres cosas importantes a las que debes prestar atención y darle prioridad en tu vida diaria. Veamos cuáles son.
1. Tu sueño tiene muchas irregularidades
El sueño no solo es un momento de descanso para el cerebro, sino una fase crucial donde ocurre la reparación y limpieza de nuestro organismo. Mientras dormimos, nuestro cerebro activa un sistema de drenaje que elimina toxinas, algunas relacionadas con enfermedades como el Alzheimer, lo cual fue descubierto en estudios realizados en ratones y se cree que ocurre de manera similar en humanos. Este proceso de limpieza se realiza hasta dos veces más rápido durante el sueño, destacando la importancia de un descanso adecuado para prevenir enfermedades neurodegenerativas.
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Sin embargo, el panorama actual es preocupante. Alrededor de 50 y 70%, sufren de trastornos del sueño, y 1 de cada 3 adultos no logra obtener la cantidad recomendada de sueño ininterrumpido necesario para mantener una buena salud. Esto se traduce en una amplia gama de problemas, desde dificultades para conciliar el sueño hasta trastornos más serios como la apnea del sueño. La falta de sueño no solo afecta nuestro bienestar físico y mental en el corto plazo, sino que tiene consecuencias graves a largo plazo, como el aumento de peso y la disminución en la capacidad de controlar los niveles de azúcar en la sangre, incluso el sueño de recuperación durante el fin de semana no parece ser suficiente para revertir estos efectos negativos.
2. Tienes una dieta demasiado monótona
Una dieta balanceada y rica en nutrientes es fundamental para tu bienestar, incluyendo el sueño y la salud mental. La alimentación influye directamente en nuestra energía, concentración, y capacidad de manejar el estrés. Incorporar una variedad de frutas, verduras, proteínas magras, y granos enteros, mientras se minimiza el consumo de alimentos procesados, puede tener un impacto importante en cómo nos sentimos a diario. Es importante recordar que lo que comemos no solo afecta nuestro peso, sino también nuestra salud a largo plazo, recuérdalo.
3. No aprovechas el tiempo
La actividad física regular no solo es vital para mantener un cuerpo saludable, sino también una mente sana. Investigaciones demuestran que el ejercicio puede mejorar significativamente la calidad del sueño y el estado de ánimo, gracias a la liberación de endorfinas, las hormonas del bienestar. Además, se ha encontrado que las personas que realizan al menos 150 minutos de ejercicio a la semana duermen mejor y se sienten más alertas durante el día en comparación con aquellos que no hacen ejercicio. Esto subraya la importancia del movimiento regular no solo para nuestro bienestar físico sino también emocional.
Es evidente que la calidad del sueño, la nutrición y la actividad física son pilares para nuestro bienestar. Si adoptas estos hábitos en tu vida diaria, podrás aprovechas mejor tu vida.