¿Te has sentido como si estuvieras compartiendo algo importante y la otra persona simplemente te mira con cara de «¿y eso qué más da?»? Pues bien, ahí estás viendo la minimización de sentimientos en vivo y a todo color. Esto es algo que, lamentablemente, ocurre con más frecuencia de lo que pensamos. Pero, ¿cómo saber cuándo realmente alguien está haciendo más pequeño lo que sientes?
Según expertos en comunicación interpersonal como Deborah Tannen, autora de «You Just Don’t Understand», a menudo la gente minimiza los sentimientos de los demás sin darse cuenta, como resultado de diferencias en la comunicación y la percepción. Por ejemplo, si estás contando algo que te pone triste y alguien te suelta un «Bueno, podría ser peor», aunque pueda parecer que intentan ayudar, en realidad están desviando la atención de tus sentimientos.
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Para identificar si alguien está poniendo tus emociones como una segunda o ninguna opción, presta atención a cómo responden a tus confidencias. ¿Cambian de tema rápidamente? ¿Responden con soluciones rápidas sin realmente escuchar? ¿Utilizan frases como «No es para tanto» o «Estás exagerando»? Si es así, estás frente a un minimizador profesional. Pero una cosa importante, a veces, las personas no son conscientes del impacto de sus palabras. Así que, ¿por qué no tomarlo como una oportunidad para enseñarles sobre la importancia de la empatía? Después de todo, como dicen por ahí, «Caminar un kilómetro en los zapatos de otro te da mucha perspectiva».
¿Cómo identificar que están minimizando tus sentimientos?
Primero, vamos a lo obvio: las señales. Algunas personas tienen el don (más bien diría el anti-don) de hacer que te sientas pequeño con solo unas palabras. Comentarios como «Estás exagerando», «No es para tanto», o el clásico «Hay gente con problemas reales», son banderas rojas de que están tratando tus sentimientos como si fueran un estorbo. Si te encuentras a menudo recibiendo este tipo de respuestas, es momento de tomar medidas.
Está demostrado que validar nuestras emociones nos ayuda a gestionarlas mejor. Un estudio de la Universidad de California en Berkeley encontró que aceptar tus sentimientos negativos puede mejorar tu bienestar psicológico. Esto no significa regodearse en la tristeza, sino reconocer que lo que sientes es legítimo y merece atención.
¿Qué hacer al respecto?
¿Cómo manejar estas situaciones? Primero, plantéate si la persona merece una explicación de cómo te hace sentir. A veces, un «Me siento minimizado cuando dices eso» puede abrir los ojos de la otra persona. Si no cambia nada, tal vez sea hora de replantear la relación o buscar apoyo en alguien más comprensivo.
Independientemente de cómo reaccionen los demás, lo más importante eres tú y cómo gestionas tus emociones. Practica la autocompasión, recuerda que tus sentimientos son válidos y busca maneras saludables de expresarlos. Hablar con amigos de confianza, escribir un diario o incluso buscar ayuda profesional son formas excelentes de cuidar de tu salud emocional.