¿Alguna vez te has preguntado qué esconde tu subconsciente? Bueno, hoy te traigo un test visual que está causando furor en internet, y promete sacar a la luz ese ladito sombrío que todos llevamos dentro. Sí, incluso tú, la persona que siempre ve el vaso medio lleno.
¿Qué ves primero en esta imagen?
La imagen que tienes es una especie de test moderno estilo Rorschach, pero mucho más cool y menos «sesión de terapia». Tenemos una calavera que parece sacada de una película de piratas, una pareja que nos recuerda a esos amores de verano que tanto nos gustan, y un corazón que bien podría estar en una tarjeta de San Valentín.
Ahora bien: lo primero que veas en esta imagen aparentemente inocente dice mucho sobre tu lado más escondido. No, no te asustes, que aquí no hay respuestas malas. Es más un «oye, ¿sabías esto de ti?», que un «tenemos que hablar».
Si viste la calavera
Si viste primero la calavera estilizada que ocupa el centro de nuestra imagen misteriosa, no hay razón para ponerse serio ni alarmarse. Ver la calavera no te convierte en un personaje de thriller ni significa que tu playlist esté llena de canciones melancólicas. Podría ser, y solo digo podría, que tengas una inclinación natural por los misterios y enigmas, por aquellas preguntas existenciales que a muchos les dan vueltas en la cabeza cuando se apagan las luces y el mundo se queda en silencio.
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Piénsalo: la calavera ha sido desde tiempos inmemoriales un símbolo poderoso, cargado de significado. En muchas culturas, la calavera es un recordatorio de la impermanencia, una llamada a vivir la vida al máximo, sin miedo a lo que vendrá después. Verla primero podría sugerir que tienes una conciencia aguda de que cada momento es precioso y único, y quizás esto te impulsa a buscar un propósito y a vivir con intención.
Si visite la pareja
¿Viste primero a la parejita? Eso suena a campanas de boda en la distancia o tal vez al tintineo de una buena charla con amigos en una cafetería acogedora. Ver a la pareja resaltar entre todo lo demás podría ser una señal de que estás en modo ‘amor’ full-time, buscando a esa persona especial que complemente tu mundo, o quizá ya la tienes a tu lado y no haces más que celebrar esa conexión.
Pero no todo es felicidad y velas aromáticas. A veces, ese vistazo a la pareja podría ser un toquecito en el hombro, recordándote que, tal vez, solo tal vez, te hace falta un poco de esa chispa romántica. Ya sabes, esos pequeños gestos, como dejar notas cariñosas o preparar una cena sorpresa sin ningún motivo especial, solo porque sí. Porque el romance no tiene por qué ser grande y extravagante; a menudo, son esas pequeñeces las que cuentan.
Si viste un corazón
¿Notaste el pequeño corazón antes que todo? Parece que eres de los que no tienen miedo de dejarse llevar por lo que sienten, que viven y aman con pasión y sin reservas. Es como tener un GPS emocional que siempre te lleva por el camino del cariño, la compasión y, por qué no, un poco de drama saludable de vez en cuando.
Ser una persona guiada por el corazón es bonito por sí mismo. Tú sabes, es esa capacidad de ver una película que te hace llorar y aun así recomendarla a todos tus amigos, o esa forma en que te preocupas genuinamente por tus seres queridos. Siempre hay una razón para extender un abrazo, para celebrar pequeñas victorias y para ofrecer un hombro en los días grises.
Pero espera, que esto de ser todo corazón también tiene su lado B. No todo es color de rosa. Llevar el corazón en la manga es un acto de coraje. Significa que estás dispuesto a ser real, a mostrarte tal cual eres, con todos tus sueños y tus miedos a la vista de todos. Y eso, es ser vulnerable. Vulnerable, no en el sentido de débil, sino abierto y sincero, dispuesto a aceptar que a veces la vida puede ser un poco desordenada y eso está bien.