Estás ahí, dándole vueltas a si tu relación está destinada a durar a largo plazo. Te veo, pensando si lo vuestro es para siempre o si es solo un amor de temporada. ¿Has pensado en qué hace que algunas relaciones sean tan increíblemente duraderas y otras… bueno, no duran nada? Para ello, te puedes plantear una serie de preguntas para saber si tu relación está destinada a durar a largo plazo.
Para ayudarte, te proponemos un ejercicio: responder a estas cuatro preguntas con total honestidad. No te preocupes si no tienes todas las respuestas o exactas, lo importante es llegar a entender la cuestión y el sentido de la pregunta.
4 preguntas para saber si vuestra relación durará por mucho tiempo
Llevas tiempo con tu pareja y todo va viento en popa, pero… ¿y si no está destinada a durar? Hacerte las preguntas correctas podrá resolver la mayoría de dudas que tienes acerca de tu relación, a continuación te diremos las más importantes.
1. ¿Cómo gestionáis el aburrimiento juntos?
Vale, seamos sinceros. Todos hemos tenido esos días en los que ni tú ni tu pareja tenéis ganas de hacer nada espectacular. Estáis ahí, tirados en el sofá, preguntándoos qué hacer. Pero, esos momentos también tienen su «cosita buena». Lo importante está en encontrar la diversión en las pequeñas cosas. Imagina inventar un juego tonto mientras hacéis tareas del hogar o daros retos el uno al otro en la cocina. Si lográis reíros juntos cuando el plan más emocionante es ordenar vuestros calcetines, eso dice mucho.
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Si conseguís disfrutar de vuestra compañía, incluso en el silencio, estáis creando un vínculo increíble. Esos momentos ‘aburridos’ pueden ser los que más unen, porque os muestran que para pasarla bien, solo necesitáis estar juntos. Eso, es tener una base sólida para algo duradero.
2. ¿Vuestras peleas os fortalecen u os debilitan?
Aquí no hay lugar para el cuento de hadas donde todo es perfecto. Las discusiones son parte de cualquier relación. La verdadera chispa surge en cómo las manejáis. Si después de una pelea, os sentís más unidos, significa que sabéis comunicaros, escucharos, y lo más importante, aprender el uno del otro. Eso es oro puro. No se trata de quién tiene la razón, sino de entender el punto de vista del otro y crecer juntos.
Pero, ¿qué pasa cuando cada discusión es como añadir un ladrillo más a un muro entre vosotros? Las relaciones que perduran son aquellas donde las peleas son oportunidades para fortalecer la conexión, no para dañarla. Si lográis salir de los conflictos con más comprensión y amor, enhorabuena, estáis en el camino correcto. Recordad, es contra el problema, no contra el otro.
3. ¿Podéis ser vosotros mismos el uno con el otro?
Nada de máscaras, ni de pretender ser alguien que no sois. En una relación duradera, ambos deberíais sentir que podéis ser vuestra versión más cruda y real, sin miedo al rechazo. Eso significa roncar, tener malos días, y sí, compartir esas manías raras que todos tenemos. Si tu pareja te quiere con tus rarezas, tus bromas malas, y tus momentos de vulnerabilidad, tienes algo muy especial.
Si sientes la necesidad de cambiar quién eres para encajar con tu pareja, quizás no sea el mejor indicador de un futuro prometedor juntos. Las relaciones que valen la pena son aquellas donde puedes ser libremente tú mismo, siempre. Así que, si ambos podéis ser auténticos el uno con el otro y aun así elegiros mutuamente cada día, eso es amor del bueno.
4. ¿Tenéis proyectos de futuro?
Hablar del futuro es estresante a día de hoy, pero es esencial en una relación que espera durar. No solo hablamos de decidir el menú de la próxima semana, sino de compartir sueños y objetivos a largo plazo. ¿Queréis viajar juntos? ¿Tenéis planes de vivir en otro país? ¿Habéis hablado sobre mascotas, niños, o incluso el tipo de casa en la que os gustaría vivir? Esos planes compartidos son el pegamento que une.
Además, trabajar juntos hacia objetivos comunes crea una sensación de equipo, de «nosotros contra el mundo». Eso no solo es increíblemente romántico, sino que también cimenta la relación con una base sólida de propósito y dirección. Así que, si podéis soñar juntos y hacer planes para hacer esos sueños realidad, es una señal clarísima de que vuestra relación tiene el potencial de ser una de esas historias épicas de amor.