El amor, ese sentimiento que puede durar años o tan solo un instante, esa sensación que nos hace sentir «mariposas» y estar en las nubes. Cada uno sabe lo que significa enamorarse si alguna vez en su vida ha experimentado este sentimiento y cada quien podrá dar un significado diferente a lo que es el amor. Pero, en realidad, ¿Cuánto tardamos en enamorarnos? La ciencia tiene su explicación y tiene un tiempo exacto.
Pero, ¿qué es realmente el amor? La ciencia nos dice que es una compleja interacción de hormonas, neurotransmisores y emociones. Los filósofos lo han definido como una fuerza poderosa que nos impulsa a conectar con otros. Y los poetas lo han descrito como la más bella de las experiencias humanas.
Sea como sea que lo definamos, el amor es una parte fundamental de la vida. Nos hace sentir vivos, nos conecta con los demás y nos da un sentido de pertenencia. El amor puede ser romántico, platónico, familiar o incluso hacia nosotros mismos. No importa de qué tipo sea, siempre tiene el poder de transformar nuestras vidas.
El tiempo que tardamos en enamorarnos
¿Te has preguntado si hay un temporizador para esto del amor? ¿Un cronómetro que se activa en el momento menos esperado y zas, te encuentras enamorado? Bueno, diversos estudios y expertos han intentado ponerle números a este sentimiento tan humano, y aunque las respuestas varían, hay ciertas tendencias que se desprenden de sus investigaciones.
Por ejemplo, un estudio realizado por el psicólogo Arthur Aron de la Universidad Estatal de Nueva York sugiere que podríamos empezar a sentir una conexión con alguien en tan solo 90 minutos tras una buena conversación. Sí, no necesitas meses o años; a veces, solo se requieren unos minutos bien invertidos. Por otro lado, la psicología social nos dice que el enamoramiento puede empezar a gestarse en unas pocas semanas, dependiendo de la cantidad y calidad del tiempo compartido.
Pero, ¿qué pasa en nuestro cuerpo? Pues bien, cuando nos enamoramos, en nuestro cerebro, los neurotransmisores empiezan a funcionar. Dopamina, serotonina, adrenalina… todos se conectan entre sí para hacernos sentir eso tan bonito que llamamos «amor», generando esas sensaciones de euforia, felicidad y, a veces, de nerviosismo absoluto. Es un cóctel químico que nos hace sentir, en muchos casos, en las nubes.
Aunque nos encante la idea del amor a primera vista, la realidad es que este sentimiento y duradero suele construirse con el tiempo. Sí, el flechazo inicial es emocionante, pero el amor, el de verdad, crece y se fortalece con las experiencias compartidas, con los buenos y malos momentos. Es en ese compartir diario donde el amor se hace sólido.
¿Qué factores pueden influir en el tiempo que se tarda en enamorarse?
Ahora bien, la regla general de cuánto tiempo una persona tarda en enamorarse ya lo sabemos, pero también tenemos en cuenta que cada uno somos diferentes y vemos el amor de una manera distinta a los demás. Algunas de estas experiencias que pueden influir en la cantidad de tiempo que tardamos en enamorarnos pueden ser las siguientes.
- Experiencias pasadas: Las personas que han tenido relaciones amorosas positivas en el pasado pueden ser más propensas a enamorarse rápidamente.
- Personalidad: Las personas extrovertidas y abiertas a nuevas experiencias pueden enamorarse más rápido que las personas introvertidas o reservadas.
- Expectativas: Las personas que tienen expectativas poco realistas sobre el amor pueden tardar más en enamorarse.
- Madurez emocional: Las personas emocionalmente maduras pueden ser más propensas a tener relaciones sanas y duraderas.
¿Es importante enamorarse rápido?
La pregunta de si es importante enamorarse rápidamente no tiene una respuesta única, ya que variará de persona a persona. Lo que sí es claro es que la rapidez en enamorarse puede ser tanto una bendición como un riesgo, dependiendo de cómo se maneje la situación y de la madurez emocional de la persona.
Según Psychology Today, la tendencia a enamorarse fácil y rápidamente se denomina «emofilia». Este rasgo puede hacer que las personas ignoren señales de advertencia críticas y, por lo tanto, sean propensas a entrar en relaciones poco saludables. La emofilia puede hacer que el concepto de sí mismo de una persona sea vulnerable a cambios rápidos, ya que la experiencia de enamorarse rápidamente puede reorientar su mundo alrededor de su nueva pareja, afectando profundamente su autoconcepto.
Por otro lado, UpJourney señala que enamorarse rápidamente puede ser el resultado de una «esquema de privación emocional» desencadenado, lo que significa que la atracción inmediata podría deberse a experiencias pasadas de búsqueda de un amor que no se recibió durante la infancia. Este patrón puede llevar a relaciones donde se ignora la lógica en favor de la validación emocional, creando un ciclo de búsqueda de amor y aprobación constantes. Las personas menores de 25 años pueden ser particularmente susceptibles a este fenómeno, ya que su corteza prefrontal, responsable de la toma de decisiones, no está completamente desarrollada, mientras que la amígdala, el centro emocional del cerebro, sí lo está.
Por lo que, el tiempo que tarda alguien enamorarse lo podemos dividir en dos sentidos. El primero, es que a través de estudios se ha demostrado que alguien puede llegar a sentir cierta atracción en tan solo 90 minutos, después de una conversación profunda. El segundo, es que alguien puede interponerse un «muro emocional» debido a ciertas experiencias pasadas, haciendo que el tiempo en que tarda en enamorarse, aumente, asegurándose así su estabilidad emocional.