Durante el confinamiento y por las restricciones sociales, el contacto físico se ha visto afectado y algo que extrañan muchas personas, son los abrazos de sus seres queridos. La falta de afecto, produjo un gran interés en la comunidad de investigación en psicología y los efectos negativos por la ausencia de abrazos. Por ello, durante el último año, se han hallado cuatro nuevos datos interesantes sobre los abrazos.

En Psycholohy Today, se publicó un artículo en donde se analiza éstos cuatro nuevos hallazgos sobre los abrazos que influyen en las personas.

1. Abrazar o ser abrazado, reduce las hormonas de estrés

Aljoscha Dreisoerner, investigador de la Universidad de Goethe de Frankfurt, Alemania, se interesó en los efectos positivos que tiene abrazar en correlación con el estrés. Dreisoerner y su equipo no solo demostró que ser abrazado por otros reduce el estrés, si no que también, abrazarse a uno mismo cuando no hay nadie a nuestro alrededor, también tiene un efecto positivo a la hora de combatir el estrés.

Los resultados del estudio realizado en 159 personas voluntarias, demostraron que las personas que recibieron tanto un abrazo como el auto abrazo, mostraron bajos niveles de cortisol. Por ende, si bien ser abrazados por otra persona nos puede ayudar, darse afecto a uno mismo y darse un auto abrazo, reduce el estrés.

2. La duración de un abrazo tiene efectos sobre el humor

La mayoría de las personas están de acuerdo que abrazar tiene grandes beneficios en el estado de ánimo. Sin embargo, el tiempo de duración de un abrazo también influye mucho en cómo se puede llegar a sentir una persona.

Un estudio realizado por la investigadora Anna L. Dueren, del departamento de la psicología de la Universidad de Londres y su equipo, logró centrar el efecto que tiene los abrazos de largo tiempo en el estado de ánimo. En el estudio, 45 mujeres abrazaron de manera intercalada a un miembro del equipo durante un segundo, cinco y diez segundos. Los resultados fueron claros, aquellos que recibieron un abrazo de cinco a diez segundos, calificaron los abrazos como más placenteros. Esto demuestra que los abrazos que duran más tiempo, tiene un gran beneficio en el estado de ánimo de la persona que lo experimenta.

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3. Existe una gran similitud en los abrazos durante varias fases de la vida

No es lo mismo abrazar y ser abrazado cuando tienes quince años que cuando tienes 70. Hace mucho no se sabía que existía una correlación entre los abrazos y los adultos mayores.

Tia Rogers-Jarell, investigadora de la escuela de Kinesiología y Ciencias de la Salud en la Universidad de York, Toronto, junto a su equipo se centró en los efectos positivos de los abrazos en los adultos mayores. Los datos recogidos sobre más de 20,000 personas entre 65 años o más que recibieron abrazos, se sintieron más saludables. Recalcamos que, en el estudio se dio a reconocer varios factores, como el estado civil, enfermedades, ingresos etc.

4. La cultura es gran influyente en la manera de abrazar

Un estudio dirigido por la investigadora Agnieszka Sorokowska, de la Universidad de Wroclaw, Polonia, investigó qué aspectos influyen en algunas personas que muestran más afecto que en otras. Los datos recogidos de 14,000 personas de 45 países, encontraron que hay grandes diferencias entre países conservadores y menos religiosos mostrando más contacto emocional. También, se demostró que en países más cálidos, el el contacto es más emocional que los países más fríos, esto es debido a que las personas de los países más cálidos, tienen mayor disponibilidad de moverse, conociendo más personas.

Por lo general, el resultado de la investigación mostró qué, las factores culturales y sociales de cada país, influye en cómo las personas disfrutan más o menos de los abrazos.

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