La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y es la primera línea de defensa contra los elementos y agentes externos. Por tanto, tener una piel radiante y saludable no solo es una cuestión de estética, sino también de salud. Descubrir los secretos para mantenerla en su mejor estado es fundamental, y por ello, en este artículo, vamos a compartir contigo las claves para conseguirlo.
Un estudio publicado en la revista «Clinical, Cosmetic and Investigational Dermatology» en 2015, destacó que la deshidratación puede conducir a una disfunción significativa de la barrera de la piel, además de reducir su elasticidad y textura. Por lo tanto, la hidratación es esencial tanto a nivel interno, a través del consumo de agua, como a nivel externo, mediante el uso de productos hidratantes apropiados.
Por otra parte, un estudio publicado en el «American Journal of Clinical Nutrition» en 2012, demostró que una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros puede mejorar significativamente la salud y apariencia de la piel. Estos alimentos contienen nutrientes esenciales como las vitaminas C y E, el selenio y los carotenoides, todos los cuales son fundamentales para mantener la piel saludable.
Asimismo, a continuación te enumeramos varios consejos muy útiles para lograr tener una piel radiante y saludable.
1. La hidratación es fundamental
El agua es la mejor aliada de nuestra piel. Beber al menos dos litros de agua al día ayudará a mantener nuestra piel hidratada desde el interior. No obstante, también es esencial usar una buena crema hidratante que se adapte a nuestro tipo de piel. Esta debe ser aplicada diariamente, preferiblemente después de la ducha, cuando los poros están más abiertos y la piel está lista para absorber mejor la crema.
2. Alimentación saludable
Lo que comemos se refleja en nuestro cuerpo y, por supuesto, en nuestra piel. Una dieta rica en frutas, verduras y alimentos con alto contenido de antioxidantes ayudará a mantener la piel en perfectas condiciones. Así mismo, alimentos ricos en Omega 3, como el salmón o los frutos secos, contribuyen a mejorar la elasticidad de la piel, manteniéndola joven y radiante.
“Nunca es tarde para cuidarte. Nunca es tarde para comer sano, descansar lo suficiente, hacer ejercicio con regularidad y cuidar su piel”. – Jana Elston.
3. Protección solar
La radiación ultravioleta del sol es uno de los factores que más dañan nuestra piel. No solo puede provocar quemaduras solares, sino también envejecimiento prematuro y, en los casos más graves, enfermedades cutáneas. Por eso, es crucial proteger nuestra piel de los rayos UV con un protector solar de amplio espectro, independientemente de la época del año.
4. Limpieza diaria
El día a día nos expone a la contaminación, el polvo, el sudor y otros factores que pueden acumularse en nuestros poros. Por tanto, es necesario limpiar nuestra piel a diario, preferiblemente por la mañana y por la noche, con productos que se ajusten a nuestro tipo de piel. Tras la limpieza, es recomendable utilizar un tónico para equilibrar el pH de la piel y prepararla para la hidratación.
5. Descanso adecuado
El sueño es el momento en que nuestro cuerpo, y por ende nuestra piel, se regenera y repara. Por eso, dormir las horas necesarias y de calidad es fundamental para mantener una piel radiante y saludable. Además, es recomendable utilizar una funda de almohada de seda, ya que esta reduce la fricción con la piel y el cabello, evitando la formación de arrugas y el encrespamiento.
6. Ejercicio regular
La actividad física regular mejora la circulación sanguínea, lo que permite que más nutrientes y oxígeno lleguen a nuestra piel, dándole un aspecto más saludable y radiante. Además, el sudor producido durante el ejercicio ayuda a eliminar las toxinas de nuestra piel.
Siguiendo estos consejos, podrás lucir una piel radiante y saludable. Si tienes dudas o problemas de piel más serios, es recomendable consultar con un dermatólogo. La piel es un reflejo de nuestra salud general, por lo que es importante cuidarla como se merece.