Los psicólogos y expertos en comportamiento social han identificado que no solo los rasgos físicos influyen en cómo nos perciben los demás, sino que ciertos comportamientos sutiles juegan un papel crucial. Estos comportamientos, a menudo pasados por alto en la dinámica cotidiana, pueden tener un impacto en la atracción interpersonal. En este artículo veremos siete de estos comportamientos, respaldados por investigaciones y teorías de destacados expertos en psicología social y comportamiento humano.
7 conductas discretas que suelen ser muy atractivas para la mayoría
1. Demuestra que prestas atención
Al observar las interacciones sociales, es fácil notar que muchas personas no escuchan realmente. En lugar de eso, están aguardando su turno para hablar, concentrados en sus próximas palabras, ya sea por disfrutar escuchándose a sí mismos o por intentar impresionar. Ninguno de estos enfoques resulta especialmente atractivo.
Aquellos individuos que de vez en cuando repiten parte de lo dicho, o que se esmeran en escuchar atentamente y lo demuestran, se destacan. Esto crea una sensación de conexión más intensa.
Usualmente, para la persona que habla, esta experiencia resulta inolvidable, sintiéndose más comprendida que con cualquier otra persona que haya conocido antes.
2. No seas intenso
Esto equivale a no ser dependiente o necesitado. El apego a un resultado específico, esperando que las cosas salgan exactamente como uno quiere, es un claro indicativo de necesidad. La necesidad es poco atractiva porque sugiere falta de alternativas en la vida. La gente se inclina hacia aquellos que parecen tener múltiples opciones.
Si alguien muestra decepción por un rechazo o dependencia evidente de la aprobación ajena, esto transmite una tensión y una dependencia que no resultan atractivas.
Deja de necesitar que las cosas salgan de un modo particular. Desarrolla diversas opciones para ti y muestra que no dependes de nada en particular, incluso si lo deseas.
3. Hacer bromas sutiles
La mayoría trata de ser agradable, evitando causar problemas o herir sentimientos. Muchos están tan enfocados en agradar que no se arriesgan a hacer bromas. Sin embargo, hacer bromas suaves y respetuosas, después de haber establecido cierta familiaridad con alguien, muestra que estás cómodo contigo mismo.
Las personas temerosas o demasiado preocupadas por su imagen rara vez se atreven a bromear. Así, el acto de hacer bromas de manera divertida y juguetona refleja confianza y la disposición a arriesgarse, a desagradar. Esto resulta atractivo.
Cualquier sensación de atracción entre un hombre y una mujer empieza con la asombrosa ilusión de que ambos coinciden en su forma de pensar (Agatha Christie)
4. Menos es más
Especialmente para los hombres, hablar menos no es ser antisocial, siempre y cuando no se llegue al extremo de no decir nada. Hablar menos tiene varios efectos…
Primero, a menudo brinda mayor oportunidad para que la otra persona hable más, lo que, sutilmente, puede situarla en una posición menos dominante en la jerarquía social. Esto no es una regla fija, pero hablar en exceso puede transmitir nerviosismo y falta de control.
En segundo lugar, al hablar menos, no revelamos todo acerca de nosotros, creando así un aire de misterio. ¿Acaso no resulta intrigante y atractivo dejar algunas preguntas sin responder?
5. Habla lo que otros tienen miedo de decir
Similar a las bromas, hablar de temas que muchos evitan puede ser audaz. Al abordar asuntos poco comunes, te expones a críticas, adentrándote en terrenos que pocos se atreven a explorar. No me refiero a iniciar debates sobre temas extremadamente polémicos o inapropiados.
Hay un margen, una zona gris, en la conversación social educada, donde se puede innovar. Las personas atractivas suelen acercarse a esos límites, ya sea mediante insinuaciones, siendo más francos de lo habitual, revelando sus propias imperfecciones, etc. Este enfoque los hace destacar.
6. Dar sin recibir
La razón por la que los autodenominados «buenos chicos», por ejemplo, a menudo se sienten resentidos y frustrados por no recibir respeto, a pesar de su constante generosidad, es que dan con segundas intenciones.
Actúan con «amabilidad» como una táctica para obtener lo que desean. Sin embargo, las personas a su alrededor perciben esta actitud subyacente y reaccionan en consecuencia. La verdadera generosidad se manifiesta en dar sin esperar nada a cambio.
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7. Actúa más lento
Si logras comunicarte, actuar y reaccionar de manera más pausada en comparación con los demás, esto comunica un mensaje. No estás apurado. Te caracterizas por una mayor serenidad. Confías más en que las cosas se resolverán positivamente. Esta es una característica de alguien con un estatus elevado. Eres como el león que no se apresura por nadie.
Este comportamiento genera misterio y provoca reflexiones e intriga; ¿Cuál es la razón detrás de la calma de esta persona?