No somos perfectos y eso hace querernos, sé muy bien cuando nos conocimos por primera vez y fue ahí que sentí eso que tanto había esperado, sin ser amigos ni novios sabíamos que ya éramos algo.

Nadie sabe lo que somos, somos un limbo de sentimientos, no queremos nada pero a la vez queremos todo, tenemos miedo de decir lo que sentimos y al mismo tiempo, queremos explotar de amor.

Somos desconocidos que se conocen por la mirada, por gestos, por simples manías tontas que nos gustan a cada uno. Somos conocidos que no quieren conocerse, somos dos gotas, una de aceite otra de agua, queremos estar pero no estamos.

¿Somos amigos? ¿Somos novios? ¿Tenemos un compromiso? Nadie conoce la respuesta y la verdad lo prefiero así, desconocer partes de ti y que desconozcas las mías pero al mismo tiempo querer saber todo.

¿Qué somos si sentimos algo pero no queremos nada?

No sabría responder con exactitud, somos extraños con muchas cosas en común. Habría que inventar un nuevo símbolo de unión para definir lo que somos e incluso así, no sabríamos decir qué somos.

Actuamos como amigos, otras veces como novios y otras como completos desconocidos. Quizá ese sea el problema, en que solo actuamos, quizá, no sé.

Mis conocidos me preguntan qué somos, evado la respuesta con otra pregunta porque maldita sea, ¿Qué somos? Quisiera responder y encontrar la respuesta, pero sinceramente prefiero que seamos todo y a la vez nada.

Somos todo y a la vez nada.

Exit mobile version