El amor entre dos personas no siempre es recíproco, siempre habrá alguien que de más de lo que recibe, si bien esto resulta malo, llevarlo al extremo puede indicar que estás mendigando amor. Un amor no correspondido puede doler, pero es más doloroso cuando sí es correspondido pero el interés es a medias.
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Uno de los problemas que conlleva a mendigar amor, es la falta de autoestima, de no sentirse querido o de querer el afecto de otra persona. Estos problemas son generalmente producidos en la infancia, donde los que hoy mendigan amor, en su niñez padecían de abusos emocionales o falta de afecto en el hogar o problemas relacionados con la autoestima.
"El amor que se mendiga no es amor"
¿Cómo saber si estoy mendigando amor?
Pero, ¿Cómo sé si estoy mendigando amor? Para saberlo, te dejamos siete claves para entenderlo, presta mucha atención y recuerda, nunca debes mendigar amor.
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1. Siempre le hablas primero sin excepción
Si estás constantemente detrás de la otra persona, y siempre eres el/la que inicia todo tipo de conversaciones, puede significar que estés mendigando amor. Por tu salud emocional, no debes perseguir la atención de ninguna otra persona.
Una relación recíproca es aquella que convive de forma equilibrada, donde ambos tienen la iniciativa de proponer o hablar ciertos temas de conversación.
2. Pides disculpas por todo
Las personas que mendigan amor, quieren tener el perdón permanente de su pareja, incluso cuando hay acciones que no tienen que tener un perdón. Tener un estado de sumisión en la relación y pides perdón por cosas que no tienes que pedirlas, significa que estás mendigando amor.
"Mendigar amor es pedir algo que no existe"
3. Tienes la necesidad de saber cosas de la otra persona todo el día
Si tienes la necesidad de averiguar qué hace, qué piensa o hará durante todo el día, es una clara señal de que mendigas amor. Quieres tener un contacto más estrecho, aún cuando ese contacto ya se está dando, es aquí cuando debes plantearte la idea de que estás mendigando amor.
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4. Quiere tener muestras de amor
Las personas que mendigan amor buscan la aprobación sentimental que ellos están dando. Es decir, cuando una persona dice "te amo" y la otra persona no reacciona de la misma manera pero aún así sigues esperando la respuesta, significa que estás mendigando amor.
Recuerda que los sentimientos compartidos deben ser desinteresados, sin esperar una misma respuesta a cambio. Si lo sientes, dilo, si no recibes lo mismo que das, vete.
5. Exigir compromiso
No hablamos precisamente de pedir matrimonio, sino de simples hábitos como, dar un paseo, ir al cine, darse una escapada por el campo etc... Si constantemente estás pidiendo este tipo de compromisos, incluso cuando la otra persona no quiere, es que estás mendigando amor. Recuerda no forzar ni exigir este tipo de compromisos.
"La única persona que se merece nuestro amor, somos nosotros mismos"
El compromiso real debe ser genuino, si notas que la otra persona va por otro camino, en este caso es mejor que tú vayas por el otro.
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6. Evidencias lógicas
Tenemos que irnos por una perspectiva lógica para entender si estás mendigando amor. Por ejemplo, si le dices "te quiero" a esa persona y te responde dos días después, es lógico que estás mendigando amor. Cuando le hablas para quedar y constantemente te pone pegas, lógicamente estás mendigando amor.
Pero no todo es sencillo, aplicar la lógica cuando uno se está enamorado es complicado. Por ello, lo más fácil, sería acudir a un amigo que tenga una perspectiva diferente para que te guíe sobre señales lógicas de que estás mendigando amor.
7. Su presencia te provoca depresión
Idealizar el amor de formas excesivas puede perjudicar gravemente tu salud mental. La obsesión por tener un amor correspondido provoca depresión en la persona que lo experimenta. Dejas de lado tus hábitos personales para enfocarme única y exclusivamente en la otra persona, esto sí es mendigar amor.
Antes de enamorarte, debes entender que ese amor puede no resultar recíproco y, eso está bien, no todo tiene que salir a la perfección. El amor real se construye a base de experiencias compartidas, sin forzar ni exigir nada, y cuando esto no resulta, hay que saber irse de la mejor manera, eligiendo un camino diferente, eligiéndote a ti.